domingo, 2 de diciembre de 2012

No sé por qué la gente odia los domingos por la tarde

Cuando estoy muy triste no puedo escribir, cuando estoy tremendamente confundida tampoco ( no sé cuan  efímeras serán las palabras que sienta). Sé que tengo el blog abandonado. Este faro y estas tormentas han significado para mi un renacer, ha habido despedidas y por eso no puedo calificar este año cómo me gustaría, porque no es justo. Es por eso que dejé de escribir, veía injusta una exaltación; eso no quiere decir que no la haya vivido, pero me pesan las personas que empezaron el 2012 y no lo han terminado.

 Me quedo con mis amigos y mi familia, que son tesoros para el alma, que no sé qué haría o que habría hecho sin ellos.
Este año me he visto obligada a pensar mucho en la muerte, a aceptarla, porque no hay otra. Y de tanto pensar he llegado a la conclusión de que si me muriera no tendría queja. Simplemente lo sentiría por mis amigos, por mi familia porque ellos son mi vida realmente y no querría verlos tristes. Pero he de decir que creo que he vivido cosas que mucha gente nunca vivió y nunca llegará a vivir. Siento una bendición que me rodea todos los días, siento que no merezco lo que tengo. No puedo quejarme de nada, porque todos ellos me hacen sentir tan afortunada que las cosas se me hacen pequeñitas e insignificantes. Estoy intentando aprovechar estos momentos, porque me siento un poco como el prota de la peli "mi vida en 65 minutos". No concibo más cúspide que desde la que les escribo.
 Este año he disfrutado del amor que me ha brindado la gente que me rodea, he crecido muchísimo y me lo he creído, sí, suena mal, pero me lo he creído. La gente me ha hecho confiar más en mi, me he sentido tremendamente y la mayoría de veces exageradamente valorada. Me he equivocado muchas veces, pero supongo que es otra forma de aprender. Solo espero no hacer daño a nadie de todas estas personas que día tras día me dan ganas de vivir, de crecer, de ser valiente y de reír. Sin ellos, sin vosotros no haría nada. Sed conscientes, porque así es. Qué queja tendré de mi familia... de mis padres. Nunca podré pagar esa deuda. Toda mi vida apoyándome al máximo, riendo y llorando conmigo. Levantándome del suelo (siento que sufriérais lo que habéis sufrido) pero os veo en la cara como disfrutáis cuando vuelo y creo que estáis conmigo cuando digo: merece la pena, la ha merecido. Tengo suerte de estar donde estoy y doy gracias al mundo todos los días, no sé si la suficiente, pero lo intento.

De Álvarito que decir... me dueles en el alma. El dolor en estos casos pasa muy lento y pisa muy fuerte. Te echo de menos,te echo de menos, te echo de menos. Nunca pensé que se acabara tan pronto... Cuántas cosas te debo... espero haberte dado alguna yo también. Ahora que me digan "Jabata", me sonará amargo, triste y feliz. ¿Sabes que pienso? Me da pena que llegue alguien importante y que no te halla conocido. Pero le hablaré de ti. Tu Dios Quique saca disco en febrero, y yo creo que no me volveré a rapar el lado, la semana pasada me quitaron un trozaco de cartílago y la oreja se me va a quedar... curiosa al menos. Nunca sabré si te gustaba que llevara el pelo así o lo hacías para reirte de mi. Pero cuando decías esas cosas solo me salía reirme. Como siempre contigo...
Una song-risa infinita para ti. (Ya sabemos de quién sería la song y la risa tuya)

No hay comentarios:

Publicar un comentario